La primera evidencia documentada relacionada con el malabarismo se encuentra en la necrópolis de Beni Hassan en Egipto. La tumba número 15 de las 150 que hay pertenece a la época 1994 a. C. a 1781 a. C. y una de sus pinturas murales es la siguiente
que, ampliando la zona recuadrada en rojo
En esta imagen tenemos a tres personas haciendo malabares, la primera de ellas con 2 pelotas, la segunda con 3 pelotas y la tercera con 2 pelotas con los brazos cruzados.
También se tienen evidencias escritas del malabarismo desde tiempos inmemoriales alrededor del mundo. Por ejemplo, en el libro chino de Liezi, que narra historias y enseñanzas filosóficas chinas escritas por múltiples autores entre 475 a. C. y 221 a. C., se menciona que hubo una persona que era capaz de realizar malabares con 7 sables. Otra prueba es el Tratado de Sucá del Talmud, en el cual se explica que el rabino Simeon ben Gamaliel podía realizar malabares con 8 antorchas. Además, en una historia del héroe irlandés Cúchulainn (de alrededor del 500 a. C.) se relata cómo él hacía malabares con nueve manzanas.